Bienvenidos

Bienvenidos a mi blog personal.
Me llamo Fran y soy Pescador Submarino.

La idea de este Blog es tener mi propio rinconcito donde ordenar todo mi material para poder compartirlo con los amigos y compañeros de este mundo de la pescasub.

Hay contenidos en relación con el material de pesca y diversas adaptaciones que yo hago, pruebas etc (M). También hay relatos de jornadas de pesca (R) y por supuesto también me haré eco de las noticias (N) publicadas por la Asociación de Defensa de la Pesca Submarina (ADECASUB) , de la cual soy presidente en la actualidad.

Siéntete libre de comentar todo lo que te parezca oportuno.

Saludos y Bienvenido

21 julio 2008

Fra Dentice e Ricciola

El magnífico e ilustrísimo moderador de www.pescasub.com, Andrés, también conocido como Izand, o Insane, no tenía ni idea de que iba a figurar en este relato. De lo contrario, sus primeras palabras el amanecer del día 5 del vacacional del año del chiquilicuatre, o sea, 20 de Julio del 2008, habrían sido otras.

- Vamos a ver… malditos hijos de puta, bastardos…!! habéis llegado 10 minutos tarde!!, podría estar durmiendo 10 minutos mas… quita la puta cámara anda!



Son las 5 (y diez) de la mañana… y en el fondo tiene razón. Con voz ronca de recién levantado, aún sigue con la retahíla de reproches y referencias con destinos escatológicos.

- ¿Cómo llegáis 15 minutos tarde cabrones?
- 10, 11 - corrijo rápidamente
- No habíamos contado con el acondicionamiento del maletero!!

A las 6 y 10 llegábamos a nuestro destino: Calpe. La noche aún perezosa va recogiendo para dejar paso a un día de pesca. El mar en calma acaricia la pequeña cala de piedras blancas que en estos momentos parece un tablero de ajedrez pues está repleta de jóvenes gaviotas oscuras. La luz de la luna baña de plata toda la bahía de Calpe, que se extiende desde el Peñón de Ifach hasta el Morro de Toix.



El Peñón de Ifach (Ifach en el lenguaje líbico es “del norte”), denominado así por los libios-fenicios por su semejanza con el otro peñon “Calpe del Sur” (Gibraltar), es una mole caliza de 332m de altitud sobre el nivel del mar y que se precipita sobre el fondo marino a unos 30m de profundidad.

Desde Cala Racó, donde nos encontramos, iniciamos nuestro peculiar ritual de despelote-equipación ante la atenta mirada de cientos de miles de gaviotas argenteas que revolotean y gritan (todo a la vez) sobre nuestras cabezas. Dudamos si el motivo de los gritos es de protección del territorio o de una fuerte excitación al ver allí semejantes cuerpos esculturales.

Una vez ataviados convenientemente, comenzamos nuestra jornada de pesca. El agua bien, tranquila en superficie con una ligerísima mar de fondo que era más evidente en la zona más expuesta. El agua limpia, pero no cristal, muy bien para pescar.

Encontramos bastante vida en la primera parte del recorrido, aunque nada de mención especial, tan solo mucho sargo, salpas… Una vez pasado el primer tramo, ya vamos cogiendo profundidad y la cosa se pone más interesante. La falta de luz hace que parezca que está más sucia, pero tan solo es la sombra del peñón que aún no deja asomar el sol.

Rafa empieza clavando un bonito dentón con un tiro sublime, de ojo a ojo, no da guerra y grabamos la recuperación.


Rasub recuperando un dentón from Izand on Vimeo.

Avisa que hay más… así que en mi turno bajo y efectivamente diviso un bello espectáculo: decenas de dentones se pasean y rotan frente a mi posición. A pesar de estar por debajo de la termoclina, están bastante activos y nadan mezclados ejemplares de diversas tallas, algunos bastante considerables. De repente por mi derecha aparecen 3 o 4 sargos de un tamaño ciertamente descomunal, tanto que por un momento dudo si calzarme uno de ellos. Finalmente, a pesar de la asombrosa confianza de los sargos, prefiero no disparar y subir a por aire. Me las prometía yo muy felices pensando que estaba todo grabado, pues llevaba la cámara y podía ser un vídeo brutal, pero la fuerte termoclina unido a un pelín de humedad que debía quedar dentro de la carcasa hizo que condensara en la ventana del objetivo haciendo que el video sea una secuencia borrosa en la que no se llega a apreciar nada de nada.

Ya sin la cámara en la mano, procedo a hacer otra espera. Caigo lentamente sobre un fondo de media profundidad donde me encuentro bastante cómodo. Al caer observo que estoy en medio de una pequeña extensión de posidonia, y que a ambos lados tengo sendas piedras de buen tamaño. Pienso que si vinieran los dentones no sobrepasarían la línea que trazan las piedras por delante de mi, ya que no se atreverían a entrar en el canal por limitarles la capacidad de reacción por lo que procedo con un desplazamiento hacia una de las piedras, la de mi izquierda, ya que la corriente viene de allí. De camino veo de refilón un par de reflejos azules, pero sin modificar la trayectoria desaparezco tras la piedra quedando oculto a la vista de los dentones.

Espero tres o cuatro segundos detrás de la piedra, y me asomo lentamente por el extremo más distal. Ahí están… expectantes a mis movimientos, creo que no me relacionan con lo que han visto antes moverse, se les nota realmente intrigados, de hecho los más pequeños han salido en mi busca al mismo asomarme y ya los tengo realmente cerca mientras que los otros más grandecitos optan por aguantar un poco más en la posición. Voy sacando poco a poco el fusil poniendo especial atención en no asustar a los pequeños y apunto hacia la posición de los grandes con la intención de disimular la silueta del fusil.

Una vez que lo tengo ya todo preparado, les toca mover ficha, espero unos segundos más… entiendo que pasan, así que muevo yo, llamadita… uk, uk… perfecto, vienen 3, despacio, con la corriente (leve) perpendicular a la trayectoria, y cabeceando mucho de un lado a otro, como intentando ver mejor lo que soy, yo estoy quieto tan solo balanceando el fusil acorde con el movimiento del más grandecito que sigue cabeceando a un lado y a otro mientras me observa alternativamente con cada ojo. Tengo claro que le tengo que disparar en un cabeceo a izquierdas (contracorriente) pues si lo hago con un cabeceo a derechas, la corriente le ayudará en el desplazamiento. Lo dejo acercarse un poco más… derecha, izquierda, derecha, izquierda… fssschchhhhh!! El dentón en el hilo se debate en una mata de posidonia, sin nada que hacer.

Numerosas esperas hicimos por la zona, viendo en muchas de ellas los deseados dentones, incluso los grandes, cabezones y mofletudos estaban por ahí. En un turno de rafa que le estaba vigilando, no lograba ver su silueta, pero si el brillo de la varilla. Oigo un disparo y veo algo que platea, inicio rápidamente un golpe de riñón y bajo unos metros hasta que veo a rafa que sube mordiéndose los nudillos. Al parecer ha disparado a uno bueno, pero tras luchar brevemente se zafó. Una lástima, habría sido una bonita recompensa a un trabajo bien hecho.

En cualquier caso, estamos satisfechos pues en una zona tan complicada como es esta, hemos conseguido algunas piezas y hemos estado lidiando con algunos bichos buenos. Andrés, que se había separado un poco de nosotros había conseguido una bonita lecha también, así que con las tres piezas importantes, una cada uno, damos por finalizada la jornada ya que en el momento en el que el sol despuntó por encima del peñón, desaparecieron por completo, y las hordas de botelleros empezaban a invadir la calita, además de los barcos cuya presencia ya era insistente.









Las 10’30 hora perfecta para salirse, cambiarse e irse de allí entre el caos del aparcamiento, la gente, el calor… de cabeza a un bar con terraza a la sombra a tomarnos una tapa de ensaladilla rusa, más un bocata de calamares con mayonesa y una coca-cola fresca.

Tras el refrigerio, de vuelta a Alicante y llegamos a la hora perfecta de darse un bañito en la pisci y hacer un poco el moñas





Y después del refrescante bañito, que mejor que una peaaaaaaassoooo de paella!! Sólo una cocinera de alto nivel y gran implicación en nuestro deporte como es Merce sabe lo que a un pescasub le hace falta después de una intensa jornada de pesca. Estaba pa chuparse hasta los pies!!






**Actualizo con un vídeo de un banco de espetones que estaban casi en superficie

Banco de espetones from fran on Vimeo.

y otro de un dentón en el que se ve como se va empañando el visor de la cámara... los siguientes vídeos, incluido uno que podría haber sido BRUTAL... no se ve nada.

Un dentoncillo from fran on Vimeo.

15 julio 2008

Viaje a Logroño, recorcholis!!...

Oye, que me voy a acercar un momentito ahí a ver cómo está el mar y ahora vengo...

Son las 14:00 del jueves 10 de Julio y estoy en Albacete, como de costumbre, pues vivo ahí.

Sobre las 9 de la noche llego a Logroño, coño! Capital Riojana, Meca Gastronómica del subaqueo y morada del manchego emigrado Ramón, alias "Neptone". Junto a él, Dani, alias "azote".

Según reza el Codex Calixtinus, primera guía del Camino de Santiago (s. XII) "Por Logroño pasa un río enorme llamado Ebro, de agua sana y rico en peces"

Sin embargo, pues no hay mar,
no pescaremos en logroño,
pero una zona hay que visitar
si queremos comernos un...

¡¡PINCHO!!

"La Laurel"

Es una zona ubicada en pleno casco antiguo logroñés donde se pueden degustar especialidades como "los champis del bar Soriano", "Los bocadillos del tío Agus en el Bar Lorenzo", "las zapatillas del Bar La Mengula"... etc.

Tras una cenita en condiciones, vídeo di pesca, y tras consultar la tabla de mareas, que más bien parecía el horario de autobuses del BilMan Bus (Bilbao-La Manga, con escala en Benidorm), a dormir.

Para dormir, Ramón nos tenía preparadas unas RestForm con sus 2 cámaras de aire y estibilizador, perfectas para hinchar y deshinchar en cualquier lado. El único inconveniente es la orquesta sinfónica que lleva de serie y que se activa al más mínimo movimiento (a la segunda noche ya ni nos enteramos).

Tras pegarnos un madrugón brutal para poder coincidir con la tal marea esa, nos arreglamos rápidamente y tomamos un ligero desayuno en un bar mientras consultamos las últimas predicciones meteorológicas. En apenas dos horas, sobre las 11 de la madrugada ya estabamos en el coche rumbo a nuestro destino de pesca del cual solo nos separan 180km escasos.

Llegamos y observamos como la naturaleza nos muestra su cara más salvaje:







Ante nosotros dormitaba el mar Cantábrico, un mar que huele a montaña y una montaña que huele a mar. Las verdes praderas se fusionan con la piedra negra que se precipita bajo sus aguas. Las rocas vivas emergen y se sumergen contínuamente con las mareas en una costa aún sin terminar. El fondo es rocoso y abrupto, en ocasiones arropado por una manta marrón que se mece con el vaivén del mar. Infinidad de pececillos se cobijan en las laberínticas entrañas de la roca madre, contínuamente erosionada.

La zona es la respuesta al eterno dilema veraniego "¿mar o montaña?" pues tiene todo.

Unos pescasub "pro" como nosotros no necesitamos ayuda de la tal marea esa para echarnos a pescar aunque sea con el mar bajando, así que nos echamos al agua a disfrutar un rato. El agua tranquila y limpia, para mi, normal, ellos estaban flipando.

El resultado de la pesquera, omitiendo las numerosas y gigantescas piezas que se salen del cupo, fueron por parte de los locales un par de sargos, un par de pintos y un cabracho. Ideal para la cena. Yo por mi parte, haciendo gala de mi una refinadísima técnica de agguato in bassofondo hice una porraca en toda regla.







Tras cambiarnos, antes de emprender el viaje de vuelta, una merienda: "tumbado de pescado con jugo de verduras rojas" (osea, un bocadillo de caballa y tomate, con bollito integral para el Sr. Neptone, que tiene que cuidar su silfídica figura).







Llegamos a logroño, coño! con las últimas horas del día y entramos a un supermercado para ultimar los detalles de la cena.

En el menú:
Ensalada tibia de canónigos y tomate cherry con pasta y queso de cabra bañado con reducción de módena



Sargo tostado a la horizontal con zumo de picual y arbequina (sargo al horno, a palo seco)


Tras una segunda sesión de vidio di pesca, de nuevo a las restform a reflexionar.

A la intempestiva hora matinal de las 9 de la mañana suena el despertador, automáticamente todos pegamos un salto de la cama y con la inercia nos subimos directamente al coche. Bueno en realidad, fuimos presa de la pachorra (pachorrus vulgaris) y nos hicimos un buen desayuno a base de tostada integral de semillas esteparias con mantequilla de búfala y rapsodia de frutos del bosque. De nuevo de viaje, otros cientonosecuantos kilometros para llegar al sitio de pesca.

Con el cielo cubierto y lluvias intermitentes, entre altas montañas y riscos, un pequeño valle tranquilo, tapizado de verde y con un pequeño riachuelo que fluye al mar nos espera para la jornada de pesca. Un enorme puente soporta la autovía que circula a varios cientos de metros sobre nuestras cabezas.



Al agua entramos con una idea: pescar un cabracho para esta noche hacer un "pastel de cabracho". El mar de nuevo nos recibe con aguas tranquilas y limpias, me siento como en casa, salvo por las diferentes especies que tengo el placer de contemplar. La curiosa variedad de lábridos de variopintos colores y formas ameniza mis incursiones por las profundidades cántabras. De nuevo el fondo rocoso se extiende mar a dentro con escarpados veriles y formaciones rocosas que hacen las delicias de un pescador no acostumbrado a estos fondos.

La marea hoy también es mala, con el mar ya bajando la escasez de vida es evidente. Aún así el agua clara al menos me permite disfrutar del fondo. Con acechos largos entre las rocas, intercalando con esperas llego a divisar algún banco de sargos curiosos, fanecas, abadejos, breados, incluso algún dentón pequeño. El encuentro del día lo protagonizan dos lubinas de hermoso porte que aparecen en una larga espera a cierta profundidad y que tengo el placer de contemplar como se comportan, ajenas a mi presencia, rozandose entre ellas y finalmente acudiendo a mi reclamo, pero no lo suficiente como para disparar, prefiriendo no arriesgar el tiro y viéndolas como se pierden en la lejanía. (PORRACA)

A la salida, el objetivo se ha cumplido, por los pelos, Ramón ha conseguido un cabracho para el pastel así como un buen ballesta.

Antes de irnos, y sentando ya un importante precedente, nuestro bocadillo de caballa, que esta vez se acompaña de sardinillas picantonas y un buen trozo de sarta extra picante mientras Ramón y yo hacemos los correspondientes comentarios obscenos y lascivos ante la imponente presencia de Dani y su hercúlea pose bizantina.


Al finalizar, con el ojete como la bandera de japón (debido solo y exclusivamente al picante), nos subimos al coche para emprender el regreso a Logroño, coño!.

Por la noche, cena de etiqueta:

Aquí los productos de primerísima calidad, antes de hacer el "upgrade" a "delicatessen".


Cazuela de Pinto con vino blanco de la tierra






Pastel de cabracho






El pastel de cabracho, en realidad, lo dejamos para el día siguiente, pues hay que dejarlo enfriar...

Al día siguiente, Domingo, mismo plan... madrugamos y tal... 9'30 arriba, vasito de leche con Nesquik y tostada/s de pan de pueblo con aceite virgen extra de picual y tomate fresco de la huerta o mantequilla de burra pirenaica y rapsodia de frutas de los bosques noruegos. Después, al coche y a pescar otra vez...

Antes de decidir la zona, pasamos por un sitio nuevo (nuevo para mi) a ver que tal estaba la entrada y salida del agua...


















Tras mucho estudiar y escalar por los riscos decidimos que vamos a la zona del día anterior, que estaba muy bien y muy tranquilita.

Aquí un elemento que revolucionará la pescasub, "la tórica de camuflaje roja". Es un sitema que Dani ha patentado en 14 paises de la costa sudafricana y que en poco tiempo inundará los comercios más exquisitos.



Aquí el futuro rico, con su invento y un prototipo de aguja pasapeces cibertrónica que es capaz de conservar mejor el pescado.


El armamento que llevamos. Tras la rotura de la goma de mi 100 en jornadas anteriores tuve que montar un "retal" de goma que había por ahí (53cm) lo cual convertía mi 100 en el auténtico Arco de Ulises (troppo impeñativo di carricare) estando en la primera muesca con las G20 en el límite de rotura (de mi esternón)

Es el de abajo del todo, si, si que lleva goma, está delante, en la parte opuesta a la culata.


La pesca, pues poca cosa, salvando un buen breado de Dani que gracias a su tórica roja consiguió confundir y atrapar (llevo un 25% de comisión eh...)



Antes de irnos, como no, el manjar más exquisito de todos, el que en un principio fue tan solo un "bocadillo de caballa" había evolucionado al "Bocadillo de Caballa 2.0 Stable Versión" (tras algunas pruebas) el cual ya había alcanzado la sofisticación de los grandes gourmets: Pan del día, crujiente, con una base de jugo de tomate triturado, sobre el que se disponen filetes de melva canutera con pimiento del piquillo, caballa del sur con aceite de oliva virgen extra, aceituna española (como ninguna) y unas zamburiñas picantonas.






De camino decidimos hacer una parada turística en un pueblo pesquero, en el cual había un pequeño mercadillo donde pudimos adquirir un bonito centollo que nos miraba con ojitos. Sería el plato central de la cena.

Con esta cara de cansancio, Ramón tuvo a bien endosarse un palomo viudo en la cabeza a modo de sombrero


Antes de cenar, un baño en la pisci... fría de cojones!!



En esta instantánea parece que nos han dibujado los ojos encima de los párpados:



El menú de la cena sería:
Puré de cabracho (si, antes era pastel de cabracho, pero... algo salió mal)





Y ensalada de centollo:











Después de cenar, pues un vidio di pesca y a la RestForm, que al día siguiente había que hacer unos pocos de kilometros para volver a casa.