Bienvenidos

Bienvenidos a mi blog personal.
Me llamo Fran y soy Pescador Submarino.

La idea de este Blog es tener mi propio rinconcito donde ordenar todo mi material para poder compartirlo con los amigos y compañeros de este mundo de la pescasub.

Hay contenidos en relación con el material de pesca y diversas adaptaciones que yo hago, pruebas etc (M). También hay relatos de jornadas de pesca (R) y por supuesto también me haré eco de las noticias (N) publicadas por la Asociación de Defensa de la Pesca Submarina (ADECASUB) , de la cual soy presidente en la actualidad.

Siéntete libre de comentar todo lo que te parezca oportuno.

Saludos y Bienvenido

28 diciembre 2005

(R) ¿¿Un dentón con traje rojo, barba y gorro de papa noel??

Ayer 26 de Diciembre quedé con Perruno, Joe, Acs y Alvaro para charlar un rato de la Delegación Murciana de ADECASUB y esas cosas... como no, lo primero, una pesquerita cartagenera.

A las 5 de la mañana ( :evil: ) mensajito al móvil... es Alvaro, está con fiebre así que no podrá venir... (una lástima, más de una pieza llevaba tu nombre hoy).

Total, que nos vemos los mencionados y nos vamos a la zona de pesca, en cartagena. Es un sitio que yo he visitado en un par de ocasiones anteriormente sin demasiados resultados y que Perruno y Joe si que conocen bien (un bonito palometón finalizó sus días allí hace no mucho en manos de Joe).

En fin, como somos 4 en el agua, les propongo que yo me voy a ir a la derecha, que no he ido nunca para allá y Acs se apunta y se viene con migo. Perruno y Joe se van para la izquierda.

La zona de la derecha es una zona que tiene más derrumbamientos, con grandes piedras hasta una profundidad de 7-8m al principio donde termina en arena y luego conforme vas doblando el cabo, va cogiendo algo más de fondo hasta los 16-18m también en arena.



Mi decisión de irme a la zona de la derecha estaba basada en el simple pensamiento de hacer una pesquerita en "cota 0" acechando entre los bloques en busca de una lubina despistada o algún sargo interesante. Así que con esa idea comienzo mi jornada.

La visibilidad es muy buena, de unos 14m y el escenario precioso, pero muy poco movimiento... tan solo bancos de salpas pululan entre los bloques. Sargos pequeños comen despreocupados y pequeños serranillos toman el sol a la puerta de sus piedras. Muy bonito, pero nada esperanzador... con la paz y tranquilidad que reina no me cabe en la cabeza que pueda haber algún depredador por allí cerca.
Al torcer el cabo, el panorama va cambiando, el fondo se aleja progresivamente y las rocas están más desperdigadas por la pendiente hasta terminar igualmente en arena. Esto cambia mis esquemas, ya que pensaba que la zona detrás del cabo sería parecido al primer tramo por lo que mi idea de una pesquerita tranquila entre bloques se esfuma ante tal panorama... habrá que cambiar de técnica y probar algunos acechos y esperas en algo más de agua. Me separo de la pared y localizo cuatro bloques grandes que están juntos y parece que hay movimiento por allí. Habrá unos 10m hasta las piedras y el fondo, aunque se ve, no se aprecia detalle alguno por lo que caigo muy lento hacia las piedras, cuando empiezo a ver bien las piedras, veo como un sargo de buen porte inicia su descenso... intento hacer una caída hacia el, pero está lejos y termino haciendo una espera infructuosa entre dos de los bloques.

El encuentro con el sargo me hace mucha ilusión ya que es la primera pieza decente que he visto en toda la mañana y parece que esta parte del cabo promete. Sigo un rato por la zona dando vueltas y buscando piedras sueltas para hacer esperas, viendo algún que otro sargo interesante pero no a tiro. La cosa se anima... Sigo avanzando y veo como un banco de bogas entra en escena, aparentemente tranquilas, subiendo desde el fondo para verme... esta vez estoy situado sobre una zona de roca lisa con algunos escalones pequeños, así que busco un escalón y bajo para hacer una espera. Cuando llego al fondo veo que el escalón era más pequeño de lo que pensaba por lo que decido hacer un acecho hacia una piedra algo más grande que hay unos cuantos metros más allá... al llegar, una esperita y veo como un banco de sargos muy interesantes me observa fuera de tiro, así que me aposto hacia ellos a ver si alguno se acerca, pero no, están como "expectantes" ciertamente un comportamiento algo extraño... en ese momento de intriga, algo me dice que la acción no está por ese lado... por el rabillo del ojo, un destello azul llama mi atención... DENTONES, giro la cabeza a mi izquierda y veo que la losa en la que estoy termina en una pequeña pendiente que muere en la arena, a unos 16m y allí, un banco de majestuosos dentones se muestran intrigados por mi presencia. Mi apnea no da para más, así que lo más lentamente que puedo me separo del fondo para iniciar el ascenso, ante lo cual, veo como los dentones se alejan (normal...). Lo primero que hago al llegar a la superficie (además de ponerme el tubo en la boca) es pasar mi goma circular a la siguiente y última muesca de la varilla, así como poner el carrete "al punto".

Visualizo de memoria la composición del banco mientras me preparo en superficie, recuerdo que hay un par de cacharros muy gordos al fondo y el resto del banco está compuesto por ejemplares de unos 2 kilos. Mi objetivo, por lo tanto... "LOS GORDOS"... Una vez he conseguido que mis pulsaciones bajen de las 1000 al minuto, me dispongo a bajar... me quito el tubo por completo para llevarlo luego en la mano y pabajo... despacito, muy despacito caigo al fondo, busco la piedra de antes y me pongo hacia donde los había visto. No están. Los sargos tampoco están. Cuando la desesperación está haciendo presa de mi, una sombra aparece y una silueta se mueve nerviosa entre las piedras de la pendiente, detrás, otra, y otra y otra... efectivamente, el banco de dentones no se había ido muy lejos y ya estaban ahí, solo que esta vez yo si que estaba preparado... los veo desfilar fuera de alcance de un lado a otro pero ninguno se decide, espero ansioso la entrada en escena de "LOS GORDOS" pero en ese aspecto la suerte no va a estar de mi lado. Mi apnea se agota y una nueva subida con el banco de dentones ahí mismo puede ser definitivamente desastrosa, así que decido jugar la última carta, y me retiro ligeramente de mi posición para esconderme aún más en la minúscula piedra que me cobija. Automáticamente sucede la reacción que yo esperaba y uno de los ejemplares se gira bruscamente y se dirige hacia mi, mi fusil lleva apuntandole entre ceja y ceja desde hace ya media hora y solo es cuestión de que se acerque un par de metros más para tener un tiro perfecto. Sin embargo, algo lo alerta y se gira, es ahora o nunca, así que disparo en el límite del alcance viendo como la varilla ha comenzado a caer e impacta en el límite de la tripa... una pérdida casi segura, pero afortunadamente estaba previsto y el carrete no tarda ni 5 segundos en vaciarse pues estaba completamente abierto. Finalmente el dentón se encueva en una repisa y me da tiempo a recuperar un poco en superficie y bajar a por el.

Con el follón que ha montado el dentón, es difícil que vuelva a ver el banco por ahí, sin embargo lo intento y realizo unas cuantas esperas más, por allí. En estas que encuentro una gran mole que sube desde la arena hasta los 3 o 4 m y que tiene buenas grietas y agujeros. Voy haciendo esperas a lo largo de toda la mole a ver si pudiera ver el banco otra vez, pero nada, en su lugar, sargos bastante gordos se acercan curiosos a mis esperas y me tengo que reprimir en más de una ocasión de dispararle a alguno, por si los dentones anduvieran por allí... al final, cansado de esperar a los dentones, decido hacer un par de sargos de esos que entran tan bien y que están tan gordos y dar por concluida la jornada ya que el frío impide pescar en condiciones (y la profundidad es respetable al final de la mole).

Al salir unas fotos, comer y charlar, que es a lo que habíamos venido. :wink: :wink:



El Dentón al final ha dado 2'800 y el sargo gordo 1kg

28 julio 2005

(R) Impresiones de un Medi en el Atlántico

Estaba totalmente impaciente por que llegara el momento de meterme en las aguas atlánticas y finalmente llegó. Todos los comentarios anteriores, hablando con fabi por teléfono, y luego allí antes de meternos eran un cúmulo de sensaciones e impresiones difícilmente asimilables. Por un lado que si estaba fría, muy fría y que no había pescao, que si el mar iba a estar tranquilo, que si la marea tal y cual y eso hacía que había que pescar de tal forma... en fin un montón de información muchas veces contradictoria que no hacía más que impacientarme por entrar a pescar.

El sábado por la mañana el mar amaneció tranquilo, la marea estaba baja (se supone que eso es malo, creo) y el agua estaba algo turbia. Por fin llegamos al primer sitio, Raúl es el primero que entra al agua, seguido de Alvaro y de Fabián... yo como siempre, el último. Tranquilamente me termino de ajustar los guantes, me pongo las aletas, cojo mi asso y al agua... la primera impresión: ¡¡coño!!... ¡¡es VERDE!! en esa zona el fondo distaba unos 8 o 9 metros y, por supuesto, no se veía pues no había más de 4 o 5m de visibilidad. Me acerco a la pared y poco a poco voy viendo como el fondo va subiendo y se van distinguiendo como unos puntos blancos que se mueven acompasadamente con la marea: Laminaria, bueno, los puntos blancos son una manchas que salen sobre las hojas de la laminaria. Intento asimilar la nueva situación mientras que voy llegando ya a la pared, que también está tapizada completamente de laminaria... a todo esto todavía no había cargado el fusil... así que me pongo lo cargo con el consiguiente lío de cuerdas que se origina pues llevaba mucho nylon en el asso. Ya estabilizado oigo como me llama Fabi... "Fran, vente para acá!!" (con un acento muy marcado) llego a su lado y me dice, mira, hay que bajar y acechar las puntas entre la laminaria de forma que cuando llegues al final te paras un poco y a lo mejor te sale alguna mojarra buena... (fácil no?) le dejo mi asso para que lo pruebe y me muestra cómo lo hace él... baja y veo como sus aletas desaparecen entre el densísimo bosque de laminaria... las sigo poco a poco desde la superficie y veo como, efectivamente se para antes de llegar a la punta, al poco veo asomar mi asso por delante como apuntando a algo, pero desiste y sube con una sonrisa... "estuve a punto de estrenarte el asso!! me salieron dos sargos muy buenos"... Es mi turno ahora... me relajo un poco como puedo entre el baivén de las olas y la espuma de la rompiente y bajo hacia un muro de hojas de posidonia... ¿y por donde se entra aquí?... con cierto repelús me hago paso entre las hojas y un metro más abajo veo ya la roca... me poso como puedo y quedo fascinado por un bonito paisaje submarino. cientos de tallos de laminaria ascienden por todos lados hasta formar un techo uniforme y denso que se mueve con el oleaje pero creando un microsistema de tranquilidad bajo el. La tranquilidad es apartente pues en la siguiente tanda de olas me tengo que agarrar a los fortísimos tallos para no perder el equilibrio. Sin embargo observo con fascinación que hay un par de maragotas que me observan a pocos metros de mi. En estas me acuerdo de que fabian dijo que había que moverse y avanzar lentamente hacia la punta donde seguramente comerían los sargos... pero mi apnea está agotada y tengo que volver a hacerme paso entre la laminaria para subir de nuevo... Al llegar arriba vuelvo a sentirme agitado por el oleaje y la espuma. Saco la cabeza y veo que fabian ya ha avanzado un par de decenas de metros y se sumerje de nuevo más delante, más cerca de la punta (que pillín... :wink: ) cuando sale le comento que bajé y tal, pero que no podía avanzar debido a la gran densidad de tallos.. que ni siquiera había posibilidad de maniobrar con el fusil para apuntar a algo que se pusiera a un lado... me dice, claro, es que hay que buscar los canales entre la laminaria, verás como por ahí puedes avanzar fácilmente... aaahhhhh... vale.. que hay canales.. ok... busquemos esos canales...

Sigo nadando y fijándome en el fondo veo que con el baiven de las olas queda al descubierto la roca en un palmo cuadrado... por ahí no quepo, pienso yo, pero bueno, probaremos... Bajo y efectivamente... es un canal.. ahí si que se puede nadar un poco... y avanzo lentamente poco a poco de laminaria en laminaria observando entre los troncos por si surgiera algo interesante... al finalizar la apnea me parece ver algo que pasa ágilmente entre los troncos... pero no consigo ver que es. Sigo así un rato más, haciendo bajadas, y buscando canales pero sin lograr tener nada a tiro. Finalmente veo que ya se están subiendo a la barca y decido hacer la última y ya descargar el asso. Localizo un canal de esos en una piedra plana y me introduzco en el bosque, avanzo y veo que la laminaria se acaba de golpe, pues hay un escalón importante de unos 2'5 o 3 metros de alto, me asomo lentamente y distingo el fondo, ¡¡y dos sargos!! que comen en la pared a un lado mío... no parecen muy grandes, o están muy lejos... pero bueno, tengo que descargar el asso así que me pongo, apunto a uno de ellos (el que no tiene roca detrás) y "CLONK!!" (sonido de disparo del neumático) en medio milisegundo la varilla estaba ensartada en el sargo que no solo no era pequeño, sino que estaba a tomar por culo!! ... joer que ilusión!! mi primera captura atlánticaaa!! y además ya quisiera ver yo más a menudo sargos de esa talla por el mediterráneo!!

El resto de la jornada transcurrió de manera parecida, cambiando de sitio de vez en cuando buscando las puntas más adecuadas según el criterio de Fabian y haciendo piezas (algunos más que otros) yo conseguí dos piezas más de igual porte en condiciones muy similares y finalmente un pinto precioso (por el color, de tamaño justito) Y para finalizar, un acecho que no creo que olvide nunca... a unos 10 metros de mi, más adelante una punta muy interesante... justo debajo mío veo un canal de esos... "perfecto"... cojo todo el aire que puedo y me sumerjo... avanzo lentamente, muy poco a poco por una pared casi casi vertical (es decir, con la laminaria casi paralela al fondo) cuando estoy cerca del final me paro, saco un poco el fusil y lentamente poco a poco asomo la cabeza veo que hay muchas hojas de laminaria y entre ellas.. ¡¡ UNA SARTEN !! QUE PEDAZO DE SARGO!! inmóvil... no se había dado cuenta de mi presencia... lentamente le enfoco con el asso, simplemente alucinante, ni se mueve... ¡¡CLONKKKK!!

La jornada finalizó ahí, yo conseguí 5 piezas y álvaro otras 5 entre las que destacaba un abadejo chulísimo y otro sargo sartenero al que dejó literalmente empalado de frente.

La segunda jornada fue distinta, sólo nos metimos a pescar Alvaro y yo y Fabi nos hizo de barquero por que estaba muy cansado ya que llevaba toda la semana a un ritmo muy fuerte. El mar estaba algo más movido y la marea era alta, en teoría eran condiciones muy buenas para ver "muxo peixe".

Las condiciones sin embargo para mi al menos no eran las más adecuadas ya que tanta espuma no me dejaba concentrarme bien y estaba demasiado preocupado por "donde andan esas piedras llenas de afilados mejillones..." y me agobiaba enseguida por lo que no fue demasiado fructuosa aunque alguna pieza cayó... Recuerdo con gran satisfacción un buen sargo que pesqué en una punta que pegaba mucho el mar, no se como conseguí plantarme en la laminaria que estaba a dos o tres metros por debajo de la superficie (marea alta) y desde allí, con el empuje de las olas conseguí acercarme a la punta donde pude flipar al ver como un grupo bastante numeroso de sargos grandísimos hacía lo imposible por arrancar algunos mejillones... al darse cuenta de mi presencia emprendieron la huída desesperada y los veía pasar delante mío sin saber a cual apuntar, ni como, pues el mar movía mi asso como si fuera un alfiler... en estas que uno de ellos, que al parecer estaba más cerca de mí empieza a salir y por un momento se ve sorprendido momento que aprovecho para dejarlo tiesssiiisisisisiisimo con un certero disparo en toda la columna, la inercia de la varilla de 8mm se encargó de fulminarlo a pesar de disparar con el reductor de potencia (siempre pesqué con el puesto por que me sobraba potencia por todos lados y así era mucho más fácil de cargar puesto que no necesito ni cargador ni nada).

Finalmente Fabi nos llevó a una ensenada un poco más tranquila donde pudimos grabar algunos vídeos y donde conseguí atraer a una lubinilla no muy allá tras una espera bajo la espuma.

Antes de subirnos a la barca Alvaro emergió de repente gritando y blasfemando de todo pues al parecer bajó a la laminaria y se encontró con dos "robálos" de buen porte "DEMASIADO CERCA" y no pudo maniobrar a tiempo... Una buena finalización de la jornada que nos deja un agradable y adictivo sabor de boca que sin duda nos hará volver en otra ocasión.

29 marzo 2005

(R) Quedada-Sub de Almería

Parte de Alvaro

Bueno chicos, en vistas de que fran no ha llegado todavía a Albacete y de que yo no me aguanto más, voy a contar(aunque sin fotos) lo que fue la quedada.
Pd:Cuando Fran me mande las fotos las colocaremos en la parte de la historia correspondiente remodelando este post.
Viernes día 25 de Marzo. Quedo con Fran en la puerta de mi casa en Murcia a las 7:45 am y nos ponemos en marcha hacia tierras almerienses.Sobre las 9.36 am llegamos a una gasolinera de almeria donde hemos quedado con Sergio (acc), reponemos fuerzas con unos donetes de chocolate blanco mientras esperamos al anfitrión y derrepente vemos llegar nuna "fragoneta" que se mete en la gasolinera....Muchos saludos.... y para casa de su novia, Susana( un encanto de chica ) donde Sergio tenía uno de sus equipos de pesca preparados para meternos al agua lo antes posible. Metemos los equipos en la furgo de Sergio, dejamos el coche de Fran aparcado en casa de Susana y nos vamos los tres hacia Retamar a ver si se daba bien la mañana. La primera impresión del mediterráneo almeriense fue una pasada, hacía un levantillo suave y el mar resaltaba azul y limpio.Nos ponemos los trajes...(como siempre, yo el último en estar listo) y pal agua.
Nos dirigimos hacia unas piedras a ver si entrara alguna pieza buena o quien sabe, algún denton confiado, pero no hay suerte. Esta vez es tan solo Sergio el que consigue salir del agua con una buenísima sepia que pesó casi 2 kilos (verdad?). A las 13:30 salimos del agua y nos vamos para casa de Sergio con algo de prisa porque hemos quedado con Ricardo (ricardogilvp) para meternos de nuevo al agua por la tarde.
Cuando llegamos a casa de Sergio, Ricardo se encuentra esperándonos con la zodiac en el capó de su coche, aunque el vendaval de poniente que se levantó nos impediría disfrutar de una jornada motorizada.
Subimos a comer y nos recibe una familia encantadora, empezando por la madre de Sergio(Rosa), su padre, hermano, hermana...y acabando por su abuelo, una persona cariñosa a la que le gusta hablar de sus pesqueras de túnidos y que goza de gran humildad al hablar de unos aparejos artesanales realizados por él mismo para la pesca del calamar (unas poteras preciosas y con un acabado más que profesional).
Comemos en apenas 40 min pero de una forma brutal para la pesca que pretendíamos realizar por la tarde,y esque la comida de Rosa era una bendición y no pudimos, ni quisimos resistirnos. ("Ya habrá más pesca el Sabado y Domingo" pensamos fran y yo).Ricardo ya había comido y nos esperaba en el sofá.Cuando acabamos de comer hablamos del plan de pesca y decidimos que es mejor tentar la escollera de Almería ya que el viento no nos dejará disfrutar de la jornada en Zodiac que pretendíamos hacer. Los 4 nos metemos en la furgo de Sergio y pal agua de nuevo.
Son las 16.20 cuando ya estamos enfundados en nuestros respectivos neoprenos y hemos flipado con el super fusil de madera autoconfeccionado de Ricardo; una virguería!, y nos metemos al agua, bordeamos la salida hacia la escollera y pronto nos perdemos el rastro debido al fuerte oleaje que había formado. Fran(FMontero) consigue hacerse con una lubinilla y unas lisas, y yo también saco otra lisa. Nos dijo Sergio que en su casa se las comían , asi que....a por ellas! Ademas eran lisas buenas y a mi parecer estaban limpias, tenían ese buen aspecto que sabemos los pescasubs. Salimos del agua a las 18:30 y nos quedamos por lo menos una hora hablando como si nos conocieramos de toda la vida, rodeados por un ambiente inmejorable, protegidos del viento, debajo del faro, cuatro pescadores submarinos de distinta edad y sitios diferentes comentando la jornada y hablando de material; Ricardo nos comentaba unas piedras buenas para los dentones pero que no habíamos podido mirar por la mala mar, ya que eramos poco visibles para los posibles barcos que se dirigieran a puerto.Notabamos que los trajes empezaban a helarse y decidimos poner un guión a la conversación que continuaría en el cohe, de vuelta a casa de Sergio, desde donde Ricardo tenía que emprender el regreso a su casa.
Ahí estabamos los tres de nuevo, en la cocina haciendonos unas salchichas de queso y unos huevos fritos, estábamos hambrientos.Después nos pusimos guapos y nos fuimos de marcha para encontrarnos con Rafa y Fran(los gemelicos almerienses) y los granadinos Francisco y Diego, y como no..... con todas esas niñas preciosas de las que goza esa tierra andaluza...Madre mía, que maravilla!!
No tardamos en viajar a la cama porque al día siguiente tocaba pescar de nuevo.
Sábado 26 de Marzo:
Nos levantamos sobre las 12:45, sin prisas, porque Sergio ese día trabajaba y Fran y yo habíamos quedado con los hermanos Fran y Rafa para tentar de nuevo la escollera sobre las 14:30. Rosa nos preparó la comida con antelación para que a las 13:00 pudiesemos sentarnos a la mesa y nos dsiera tiempo a reposar esa magnífica sopa de pollo y huevo junto con una tortilla de pimientos que derretía nuestros paladares (como digo, una familia encantadora).Finalmente salimos al encuentro de los hermanos con prisa porque llegábamos tarde y cuando ya se anunciaba el cartel del puerto de Almería Fran me pregunta: "¿llevas las licencias?" a lo que respondo que si...pero añado: "espera,¿las licencias?, pues no, no las llevo" :!: Asi que damos la vueltecica de rigor y de nuevo pa casa de Sergio a recoger los docus que nos permitieran pescar....
Al fin llegamos a la escollera, y por fortuna fran y Rafa ya estaban en el agua (si no, se nos hubiera caido la cara de verguenza por la hora que les habríamos hecho esperar). Estaban los Granadinos y con ellos charlamos antes de meternos al agua, cuando vemos salir al duo desde el extremo del faro y les preguntamos que que pasaba, porque se habían salido ya? "¿esque no hay pescao?" "¿esta muy mala el agua?" y nos dicen que no, que lo que pasa esque hay mucha corriente, que se meten a mitad de escollera y cuando llegan al faro, arrastarados por aquella se salen para de nuevo meterse por donde al principio hicieron. Fran y yo nos descojonamos y quedamos en que nosotros nos metíamos por el faro y que nos veríamos en la mitad de la escollera para comentar la jornada. Rafa sonrríe sospechosamente y le digo que que pasa y me contesta: "veremos a ver si llegas a la mitad de la escollera". Y que razón tenía, había una corriente de mil demonios y realmente no fui capaz de recorrer media escollera. Mi pesca transcurrió en un pequeño tramo en el que decidí separame hacia mar adentro para hacer esperas más separado de la escollera, haber si entraba algún denton con esa corriente, pero mis apneas eran reducidísimas por el agotamiento de nadar contra corriente en todo momento. Asi que cambié la táctica y decidí pescar los mújoles que nadaban desconfiados en la superficie haciendo esperas en media agua y si no entraban, pues avanzando hacia ellos desde abajo.
La tarde se dio bien, Fran sacó tres lisas, Rafa una lubina y dos sargos y Yo hice 6 lisas (ya pondrá Fran las fotos). Aunque luego nos dimos cuenta de que los hermanos a las lisas no les tiraban y nos quedamos Fran y yo pensando lo "domingueros" que les habríamos resultado...jajaja
Acaba el día de pesca cuando nos despedimos hasta el día siguiente.
Fran y Yo vamos para casa de Sergio con todo el pescao, ya que Rafa y Fran nos dieron sus piezas a fin de llenar el frigorífico de Sergio y en su casa nos encontramos con él. Nos quedamos un buen rato viendo fotos de pesca, el proyecto de Sergio de hacerse un gran fusil de madera y hablando de pesca y más pesca hasta que yo caí rendido y me quedé en ese estado de inconsciencia que nos envuelve cuando estamos "sobados" (asi que la próxima hora de charla la tendrá que contar Sergio o Fran). Cuando desperté seguían hablando, pero afortunadamente se acabó el monotema cuando nos pusimos a hacer tiro al blanco con una pistolilla de bolas( instinto depredador siempre alerta..jajaja). Nos dimos cuenta que eran las 22:30 y no habíamos comido nada desde las 13:00, no estabamos duchados ni arreglados.Asi que rápido nos pusimos en marcha y sobre las 23:40 estábamos listos ( como veis muy rápidos no fuimos).
Recogimos a Susana( Sergio´s girlfriend) y nos fuimos a buscar sitio para cenar; en Almería no encontramos buen aparcamiento y nos fuimos para Aguadulce, donde a eso de las 1:00 am nos pudieran alimentar.....Ahhhh se me olvidaba.... tuvimos que hacer boca de unos frutos secos que llevaba Susana en el bolso porque si no el chófer se nos desmallaba y la verdad es que nosotros también estábamos al límite...¡¡Gracias Susana!!
Estuvimos viendo pubs en Aguadulce, el ambiente y sus mujeres...aluciné (dato personal) y volvimos pronto a casa para descansar y de nuevo de pesca al día siguiente.
Domingo día 27 de Marzo:
Nos levantamos sobre las 12:45, pero realmente eran las 13:45 por el cambio de hora asi que nos vestimos con rapidez( esta vez si!) , metemos los equipos de pesca en el super buga de acc y salimos cada uno con su coche(porque después de la pesquera tocaba viaje de vuelta a Murcia y Orihuela) hacia un bar donde Sergio nos ha dicho que se comen unas "megasuperhipergigantescas" hamburguesas.Esa era la realidad, fue impresionante, demasiado diría yo para meternos a pescar poco después. Después de comer nos fuimos para la escollera, donde habíamos quedado con los hermanos.Nos hicimos unas super fotos y decidimos cambiar de zona para conocer más de este mar almeriense. Nos metemos al agua sobre las 16:30. Esta tarde no fue la mía, los sargos no me entraban y no conseguí acertar a un par que me salieron de unas piedras mientras acechaba.En vistas de que ya era casi la hora en que solíamos coincidir al salir del agua, que no se me daba bien y que la hamburguesa me estaba recordando que todo lo que entra ha de salir, pues decido salir del agua e ir en busca de mis compis recuperando a pie todo el trecho que había nadado desde el punto en que nos metímos. Derrepente veo un bulto negro a lo lejos que se me asemeja a Fran vestido de neopreno saliendo del agua, sin detenerme sigo fijándome hasta que su brazo flameando en el aire me hace señales. "En efecto, es él, vamos para allá!" He recorrido un tramo , ya estoy más cerca cuando veo que me levanta un bicho con los brazos y me grita algo parecido a " ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡eeeeeeeeeeeehhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, entonces se me caen al suelo y empiezo a correr con todo el equipo a cuestas, como podía, hasta que llego a su vera y veo esa tremenda vaca de 11 kilos 200 gramos, me muero, resucito, me vuelvo a morir, le abrazo , me río, lloro, salto, le doy una palmada, se me quitan las ganas de cagar....... Madre mía!!!!!!!!!!!! que bicho acababa de sacar Fran.
Buaaaaaaa, esa captura dejo que la cuente él.
Nos hicimos un montón de fotos que ya vereís.
Finalmente nos despedimos de todos; una despedida a la que se unió Ricardo y finalmente partimos a eso de las 22:10 de Almería para regresar a nuestras tierras, dejando atrás un grupo de amigos fantásticos, excepcionales pescasubs y personas, una familia que nos trató como auténticos reyes y una tierra que nos fascinó desde el primer metro que las ruedas del Audi de Fran recorrieron en Andalucía.

Ésta es la crónica de un viaje de pesca y de amigos que nos ha alucinado y que pensamos repetir.
Se mejorará el post con las fotos; yo estoy deseando verlas.
Un saludo a todos!
Y en especial un gran abrazo a los que nos habeis recibido, atendido y hecho disfrutar tanto de nuestro magnífico deporte.


Mi parte

Domingo por la tarde, alrededor de las 4 y tras haber dado buena cuenta de un buen festín nos enfundamos en nuestros respectivos neoprenos, todavía fríos y húmedos del día anterior. El buen ambiente que reina invita a quedarnos un rato charlando entre los que allí nos hemos dado cita: El anfitrión Sergio, Fran, Rafa (que no se metió a pescar), Alvaro y yo. Durante el ritual de colocación de todo el equipo van surgiendo temas uno tras otro en una conversación que podría haber sido interminable. Finalmente pensamos que a lo que hemos ido es a pescar y que ni el viento de poniente ni la mar de fondo que hay nos lo van a impedir. Poco a poco nos vamos metiendo en el agua mientras vamos comentando las diferentes estrategias que podemos seguir. Alvaro y yo nos decidimos por hacer algunas caídas en una zona más profunda a ver si a la espera podemos hacer alguna buena pieza, mientras que Sergio y Fran optan por acercarse a la zona menos profunda donde el mar está todavía más movido, en busca de algún pez despistado.

Tras unas infructuosas esperas le comento a alvaro la posibilidad de intentar acechar a menos profundidad igual que los almerienses... que si ellos han decidido hacer eso, por algo será. Nos acercamos donde bate el mar y vemos que efectivamente todo el pescado pequeño se acumula en los escasos 5 o 6 metros de profundidad que hay donde rompe la ola. Hago algunos acechos y veo como a lo lejos, al final de las apneas, aparece algún sargo de porte interesante. Al poco me cruzo con Fran, que luce en su pasapeces un bonito sargo... hay que ponerse las pilas y demostrar que los murcianos tamibién podemos. Un par de buenas inspiraciones y me dirijo al fondo, tras una gran piedra que sobresale ligeramente, la rodeo por la parte baja y me quedo haciendo una pequeña espera... al ver que no viene nada decido avanzar hasta la siguiente que sobresale 6 o 7 m más adelante... Me deslizo por el fondo adaptando mi trayectoria al relieve del fondo y justo antes de llegar me aparece de detrás de la piedra el primer sargo que ocupará plaza en mi pasapeces tras un certero disparo no demasiado difícil. Al cargar de nuevo veo que mi obus de dyneema ha sufrido un desgaste elevado y dudo de su continuidad, aún así intento cargar de nuevo observando como parte tras un par de segundos.

Lejos de desanimarme, me armo de paciencia y tras sacar un palmo de hilo del carrete vuelvo a hacerme el nuevo obús. Cargo de nuevo observando complacido que resiste bien, al menos por ahora. De nuevo vuelvo a la carga y realizo otro acecho en el cual pongo todo mi esmero resultando una nueva pieza: otro sargo pasa al banquillo de los acusados por estar demasiado cerca en el momento menos apropiado. Observo que el obús ha pasado satisfactoriamente la prueba y vuelvo a cargar mi 100, pero en la primera muesca, ya que el obús me ha quedado algo corto de más y temo partirlo de nuevo. Además que la potencia que tiene es más que suficiente para las piezas que estoy capturando.

Nuevo acecho... vamos a por el 3 de 3, me sumerjo, me paro, observo, avanzo, me oculto... al fondo de una gruta, a contraluz, la silueta de un nuevo sargo, me acerco a la entrada y veo que hay varios, apunto tranquilamente y le invito a pasar con migo el resto de la jornada, a lo que accede sin rechistar ni un poquito.

Conseguido el 3 de 3 vamos a por el 4 de 4... aunque ya es demasiado... el siguiente acecho sólo consigo ver a lo lejos la cola de lo que parece ser un mújol.

Ahora es cuando viene lo bueno... 5 acecho. Me sumerjo como las otras veces y me deslizo sobre el fondo adaptando mi trayectoria al relieve y haciendo alguna parada de vez en cuando. Al pasar por encima de la entrada de un gran agujero distingo en apenas unas milésimas la cabeza de algo muy grande que me mira y acto seguido con un fuerte coletazo se mete bajo la piedra... me quedo petrificado, inmóvil durante un par de segundos digiriendo mentalmente que había pasado... al parecer había sorprendido a un gran mero que estaba apostado a la sombra de su piedra. Lo primero que pienso es que ese mero debe estar ya por el estrecho, tal era la velocidad con la que arrancó... sin embargo considero que todavía voy un poco sobrado de tiempo y puedo echar un vistazo a esa cueva. Es en ese momento cuando me acuerdo de que yo tenía una linterna... y efectivamente, la tengo, pero está en el coche esperando desde hace años poder compartir con migo un momento como este... ¿que se le va a hacer? no me queda otra que mirar muuuuy despacio el agujero e intentar adaptar la vista a esa negra oscuridad que debe invadir el interior de la tana.

Sin embargo, cual es mi sorpresa cuando veo que no todo es oscuridad, sino que al parecer la luz, ya de por si muy atenuada por la turbidez del agua, invade difusamente el interior de la piedra creando un ambiente especialmente acogedor (¿que gran paradoja no?). Mi vista, desafortunadamente tarda unos segundos en adaptarse a las nuevas condiciones, pero lo suficiente como para distinguir la silueta del gran animal, al fondo dandome su gran perfil. Lentamente introduzco mi inocente arbaleta armada con una débil varilla de 6'25 y unas gomas circulares cargadas solo en la primera muesca. Veo que en esas condiciones disparar es poco menos que tirar por la borda todos estos años de aprendizaje ya que el mero arrancaría con la varilla a medio clavar hacia lo más profundo de su guarida haciendo practicamente imposible su recuperación.

De repente, el cielo se abre ante mi... el tiempo se para, el silencio invade la escena y todo transcurre a cámara lenta. ¡¡El mero se está girando hacia mi!! y yo tengo mi brazo extendido dentro de la piedra con el fusil apuntando justo entre sus ojos, ¡¡a unos escasos dos metros de distancia!!. No me lo pienso dos veces y dejo en libertad a ese pequeño trozo de acero que de alguna forma estaba destinado a terminar sus días incrustado en la cabeza de este grandioso animal. Esos escasos dos metros de distancia que tiene que recorrer se convierten por unos instantes en kilómetros y kilómetros como si de un mal sueño se tratase y parece que nunca llegará, pero lo inevitable es inevitable... y la varilla impacta en la mejilla derecha del animal penetrando unos 35 cm en su carne.

El caos hace acto de presencia y los instantes siguientes son una lucha frenética. Lanzo mi fusil hacia atrás, hacia el exterior de la cueva mientras agarro del hilo. El mero por su parte, en su intento por darse la vuelta en el interior de su cueva no lo ha conseguido y ha dejado la varilla completamente doblada, pero está de frente a la salida y no me cuesta demasiado desalojarlo, cosa que consigo tras un par de tirones.

Finalmente el mero está fuera de la piedra y poco tiene ya que hacer, lo abrazo para evitar que en uno de sus bandazos me atice un varillazo mientras que una ligera flotabilidad positiva me eleva suavemente hacia la superficie.

Al irrumpir nuevamente en la superficie vuelvo a la realidad de un mar con marejadilla, cielo nublado, viento de poniente... Mientras termino con la vida y el sufrimiento de estre formidable rival pienso que ha pasado toda una vida desde que me sumergí hace escasamente un minuto y medio cuando iniciaba mi inocente acecho sin saber lo que el destino me tenía preparado. Y realmente, ha sido así.