Bienvenidos

Bienvenidos a mi blog personal.
Me llamo Fran y soy Pescador Submarino.

La idea de este Blog es tener mi propio rinconcito donde ordenar todo mi material para poder compartirlo con los amigos y compañeros de este mundo de la pescasub.

Hay contenidos en relación con el material de pesca y diversas adaptaciones que yo hago, pruebas etc (M). También hay relatos de jornadas de pesca (R) y por supuesto también me haré eco de las noticias (N) publicadas por la Asociación de Defensa de la Pesca Submarina (ADECASUB) , de la cual soy presidente en la actualidad.

Siéntete libre de comentar todo lo que te parezca oportuno.

Saludos y Bienvenido

29 marzo 2005

(R) Quedada-Sub de Almería

Parte de Alvaro

Bueno chicos, en vistas de que fran no ha llegado todavía a Albacete y de que yo no me aguanto más, voy a contar(aunque sin fotos) lo que fue la quedada.
Pd:Cuando Fran me mande las fotos las colocaremos en la parte de la historia correspondiente remodelando este post.
Viernes día 25 de Marzo. Quedo con Fran en la puerta de mi casa en Murcia a las 7:45 am y nos ponemos en marcha hacia tierras almerienses.Sobre las 9.36 am llegamos a una gasolinera de almeria donde hemos quedado con Sergio (acc), reponemos fuerzas con unos donetes de chocolate blanco mientras esperamos al anfitrión y derrepente vemos llegar nuna "fragoneta" que se mete en la gasolinera....Muchos saludos.... y para casa de su novia, Susana( un encanto de chica ) donde Sergio tenía uno de sus equipos de pesca preparados para meternos al agua lo antes posible. Metemos los equipos en la furgo de Sergio, dejamos el coche de Fran aparcado en casa de Susana y nos vamos los tres hacia Retamar a ver si se daba bien la mañana. La primera impresión del mediterráneo almeriense fue una pasada, hacía un levantillo suave y el mar resaltaba azul y limpio.Nos ponemos los trajes...(como siempre, yo el último en estar listo) y pal agua.
Nos dirigimos hacia unas piedras a ver si entrara alguna pieza buena o quien sabe, algún denton confiado, pero no hay suerte. Esta vez es tan solo Sergio el que consigue salir del agua con una buenísima sepia que pesó casi 2 kilos (verdad?). A las 13:30 salimos del agua y nos vamos para casa de Sergio con algo de prisa porque hemos quedado con Ricardo (ricardogilvp) para meternos de nuevo al agua por la tarde.
Cuando llegamos a casa de Sergio, Ricardo se encuentra esperándonos con la zodiac en el capó de su coche, aunque el vendaval de poniente que se levantó nos impediría disfrutar de una jornada motorizada.
Subimos a comer y nos recibe una familia encantadora, empezando por la madre de Sergio(Rosa), su padre, hermano, hermana...y acabando por su abuelo, una persona cariñosa a la que le gusta hablar de sus pesqueras de túnidos y que goza de gran humildad al hablar de unos aparejos artesanales realizados por él mismo para la pesca del calamar (unas poteras preciosas y con un acabado más que profesional).
Comemos en apenas 40 min pero de una forma brutal para la pesca que pretendíamos realizar por la tarde,y esque la comida de Rosa era una bendición y no pudimos, ni quisimos resistirnos. ("Ya habrá más pesca el Sabado y Domingo" pensamos fran y yo).Ricardo ya había comido y nos esperaba en el sofá.Cuando acabamos de comer hablamos del plan de pesca y decidimos que es mejor tentar la escollera de Almería ya que el viento no nos dejará disfrutar de la jornada en Zodiac que pretendíamos hacer. Los 4 nos metemos en la furgo de Sergio y pal agua de nuevo.
Son las 16.20 cuando ya estamos enfundados en nuestros respectivos neoprenos y hemos flipado con el super fusil de madera autoconfeccionado de Ricardo; una virguería!, y nos metemos al agua, bordeamos la salida hacia la escollera y pronto nos perdemos el rastro debido al fuerte oleaje que había formado. Fran(FMontero) consigue hacerse con una lubinilla y unas lisas, y yo también saco otra lisa. Nos dijo Sergio que en su casa se las comían , asi que....a por ellas! Ademas eran lisas buenas y a mi parecer estaban limpias, tenían ese buen aspecto que sabemos los pescasubs. Salimos del agua a las 18:30 y nos quedamos por lo menos una hora hablando como si nos conocieramos de toda la vida, rodeados por un ambiente inmejorable, protegidos del viento, debajo del faro, cuatro pescadores submarinos de distinta edad y sitios diferentes comentando la jornada y hablando de material; Ricardo nos comentaba unas piedras buenas para los dentones pero que no habíamos podido mirar por la mala mar, ya que eramos poco visibles para los posibles barcos que se dirigieran a puerto.Notabamos que los trajes empezaban a helarse y decidimos poner un guión a la conversación que continuaría en el cohe, de vuelta a casa de Sergio, desde donde Ricardo tenía que emprender el regreso a su casa.
Ahí estabamos los tres de nuevo, en la cocina haciendonos unas salchichas de queso y unos huevos fritos, estábamos hambrientos.Después nos pusimos guapos y nos fuimos de marcha para encontrarnos con Rafa y Fran(los gemelicos almerienses) y los granadinos Francisco y Diego, y como no..... con todas esas niñas preciosas de las que goza esa tierra andaluza...Madre mía, que maravilla!!
No tardamos en viajar a la cama porque al día siguiente tocaba pescar de nuevo.
Sábado 26 de Marzo:
Nos levantamos sobre las 12:45, sin prisas, porque Sergio ese día trabajaba y Fran y yo habíamos quedado con los hermanos Fran y Rafa para tentar de nuevo la escollera sobre las 14:30. Rosa nos preparó la comida con antelación para que a las 13:00 pudiesemos sentarnos a la mesa y nos dsiera tiempo a reposar esa magnífica sopa de pollo y huevo junto con una tortilla de pimientos que derretía nuestros paladares (como digo, una familia encantadora).Finalmente salimos al encuentro de los hermanos con prisa porque llegábamos tarde y cuando ya se anunciaba el cartel del puerto de Almería Fran me pregunta: "¿llevas las licencias?" a lo que respondo que si...pero añado: "espera,¿las licencias?, pues no, no las llevo" :!: Asi que damos la vueltecica de rigor y de nuevo pa casa de Sergio a recoger los docus que nos permitieran pescar....
Al fin llegamos a la escollera, y por fortuna fran y Rafa ya estaban en el agua (si no, se nos hubiera caido la cara de verguenza por la hora que les habríamos hecho esperar). Estaban los Granadinos y con ellos charlamos antes de meternos al agua, cuando vemos salir al duo desde el extremo del faro y les preguntamos que que pasaba, porque se habían salido ya? "¿esque no hay pescao?" "¿esta muy mala el agua?" y nos dicen que no, que lo que pasa esque hay mucha corriente, que se meten a mitad de escollera y cuando llegan al faro, arrastarados por aquella se salen para de nuevo meterse por donde al principio hicieron. Fran y yo nos descojonamos y quedamos en que nosotros nos metíamos por el faro y que nos veríamos en la mitad de la escollera para comentar la jornada. Rafa sonrríe sospechosamente y le digo que que pasa y me contesta: "veremos a ver si llegas a la mitad de la escollera". Y que razón tenía, había una corriente de mil demonios y realmente no fui capaz de recorrer media escollera. Mi pesca transcurrió en un pequeño tramo en el que decidí separame hacia mar adentro para hacer esperas más separado de la escollera, haber si entraba algún denton con esa corriente, pero mis apneas eran reducidísimas por el agotamiento de nadar contra corriente en todo momento. Asi que cambié la táctica y decidí pescar los mújoles que nadaban desconfiados en la superficie haciendo esperas en media agua y si no entraban, pues avanzando hacia ellos desde abajo.
La tarde se dio bien, Fran sacó tres lisas, Rafa una lubina y dos sargos y Yo hice 6 lisas (ya pondrá Fran las fotos). Aunque luego nos dimos cuenta de que los hermanos a las lisas no les tiraban y nos quedamos Fran y yo pensando lo "domingueros" que les habríamos resultado...jajaja
Acaba el día de pesca cuando nos despedimos hasta el día siguiente.
Fran y Yo vamos para casa de Sergio con todo el pescao, ya que Rafa y Fran nos dieron sus piezas a fin de llenar el frigorífico de Sergio y en su casa nos encontramos con él. Nos quedamos un buen rato viendo fotos de pesca, el proyecto de Sergio de hacerse un gran fusil de madera y hablando de pesca y más pesca hasta que yo caí rendido y me quedé en ese estado de inconsciencia que nos envuelve cuando estamos "sobados" (asi que la próxima hora de charla la tendrá que contar Sergio o Fran). Cuando desperté seguían hablando, pero afortunadamente se acabó el monotema cuando nos pusimos a hacer tiro al blanco con una pistolilla de bolas( instinto depredador siempre alerta..jajaja). Nos dimos cuenta que eran las 22:30 y no habíamos comido nada desde las 13:00, no estabamos duchados ni arreglados.Asi que rápido nos pusimos en marcha y sobre las 23:40 estábamos listos ( como veis muy rápidos no fuimos).
Recogimos a Susana( Sergio´s girlfriend) y nos fuimos a buscar sitio para cenar; en Almería no encontramos buen aparcamiento y nos fuimos para Aguadulce, donde a eso de las 1:00 am nos pudieran alimentar.....Ahhhh se me olvidaba.... tuvimos que hacer boca de unos frutos secos que llevaba Susana en el bolso porque si no el chófer se nos desmallaba y la verdad es que nosotros también estábamos al límite...¡¡Gracias Susana!!
Estuvimos viendo pubs en Aguadulce, el ambiente y sus mujeres...aluciné (dato personal) y volvimos pronto a casa para descansar y de nuevo de pesca al día siguiente.
Domingo día 27 de Marzo:
Nos levantamos sobre las 12:45, pero realmente eran las 13:45 por el cambio de hora asi que nos vestimos con rapidez( esta vez si!) , metemos los equipos de pesca en el super buga de acc y salimos cada uno con su coche(porque después de la pesquera tocaba viaje de vuelta a Murcia y Orihuela) hacia un bar donde Sergio nos ha dicho que se comen unas "megasuperhipergigantescas" hamburguesas.Esa era la realidad, fue impresionante, demasiado diría yo para meternos a pescar poco después. Después de comer nos fuimos para la escollera, donde habíamos quedado con los hermanos.Nos hicimos unas super fotos y decidimos cambiar de zona para conocer más de este mar almeriense. Nos metemos al agua sobre las 16:30. Esta tarde no fue la mía, los sargos no me entraban y no conseguí acertar a un par que me salieron de unas piedras mientras acechaba.En vistas de que ya era casi la hora en que solíamos coincidir al salir del agua, que no se me daba bien y que la hamburguesa me estaba recordando que todo lo que entra ha de salir, pues decido salir del agua e ir en busca de mis compis recuperando a pie todo el trecho que había nadado desde el punto en que nos metímos. Derrepente veo un bulto negro a lo lejos que se me asemeja a Fran vestido de neopreno saliendo del agua, sin detenerme sigo fijándome hasta que su brazo flameando en el aire me hace señales. "En efecto, es él, vamos para allá!" He recorrido un tramo , ya estoy más cerca cuando veo que me levanta un bicho con los brazos y me grita algo parecido a " ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡eeeeeeeeeeeehhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, entonces se me caen al suelo y empiezo a correr con todo el equipo a cuestas, como podía, hasta que llego a su vera y veo esa tremenda vaca de 11 kilos 200 gramos, me muero, resucito, me vuelvo a morir, le abrazo , me río, lloro, salto, le doy una palmada, se me quitan las ganas de cagar....... Madre mía!!!!!!!!!!!! que bicho acababa de sacar Fran.
Buaaaaaaa, esa captura dejo que la cuente él.
Nos hicimos un montón de fotos que ya vereís.
Finalmente nos despedimos de todos; una despedida a la que se unió Ricardo y finalmente partimos a eso de las 22:10 de Almería para regresar a nuestras tierras, dejando atrás un grupo de amigos fantásticos, excepcionales pescasubs y personas, una familia que nos trató como auténticos reyes y una tierra que nos fascinó desde el primer metro que las ruedas del Audi de Fran recorrieron en Andalucía.

Ésta es la crónica de un viaje de pesca y de amigos que nos ha alucinado y que pensamos repetir.
Se mejorará el post con las fotos; yo estoy deseando verlas.
Un saludo a todos!
Y en especial un gran abrazo a los que nos habeis recibido, atendido y hecho disfrutar tanto de nuestro magnífico deporte.


Mi parte

Domingo por la tarde, alrededor de las 4 y tras haber dado buena cuenta de un buen festín nos enfundamos en nuestros respectivos neoprenos, todavía fríos y húmedos del día anterior. El buen ambiente que reina invita a quedarnos un rato charlando entre los que allí nos hemos dado cita: El anfitrión Sergio, Fran, Rafa (que no se metió a pescar), Alvaro y yo. Durante el ritual de colocación de todo el equipo van surgiendo temas uno tras otro en una conversación que podría haber sido interminable. Finalmente pensamos que a lo que hemos ido es a pescar y que ni el viento de poniente ni la mar de fondo que hay nos lo van a impedir. Poco a poco nos vamos metiendo en el agua mientras vamos comentando las diferentes estrategias que podemos seguir. Alvaro y yo nos decidimos por hacer algunas caídas en una zona más profunda a ver si a la espera podemos hacer alguna buena pieza, mientras que Sergio y Fran optan por acercarse a la zona menos profunda donde el mar está todavía más movido, en busca de algún pez despistado.

Tras unas infructuosas esperas le comento a alvaro la posibilidad de intentar acechar a menos profundidad igual que los almerienses... que si ellos han decidido hacer eso, por algo será. Nos acercamos donde bate el mar y vemos que efectivamente todo el pescado pequeño se acumula en los escasos 5 o 6 metros de profundidad que hay donde rompe la ola. Hago algunos acechos y veo como a lo lejos, al final de las apneas, aparece algún sargo de porte interesante. Al poco me cruzo con Fran, que luce en su pasapeces un bonito sargo... hay que ponerse las pilas y demostrar que los murcianos tamibién podemos. Un par de buenas inspiraciones y me dirijo al fondo, tras una gran piedra que sobresale ligeramente, la rodeo por la parte baja y me quedo haciendo una pequeña espera... al ver que no viene nada decido avanzar hasta la siguiente que sobresale 6 o 7 m más adelante... Me deslizo por el fondo adaptando mi trayectoria al relieve del fondo y justo antes de llegar me aparece de detrás de la piedra el primer sargo que ocupará plaza en mi pasapeces tras un certero disparo no demasiado difícil. Al cargar de nuevo veo que mi obus de dyneema ha sufrido un desgaste elevado y dudo de su continuidad, aún así intento cargar de nuevo observando como parte tras un par de segundos.

Lejos de desanimarme, me armo de paciencia y tras sacar un palmo de hilo del carrete vuelvo a hacerme el nuevo obús. Cargo de nuevo observando complacido que resiste bien, al menos por ahora. De nuevo vuelvo a la carga y realizo otro acecho en el cual pongo todo mi esmero resultando una nueva pieza: otro sargo pasa al banquillo de los acusados por estar demasiado cerca en el momento menos apropiado. Observo que el obús ha pasado satisfactoriamente la prueba y vuelvo a cargar mi 100, pero en la primera muesca, ya que el obús me ha quedado algo corto de más y temo partirlo de nuevo. Además que la potencia que tiene es más que suficiente para las piezas que estoy capturando.

Nuevo acecho... vamos a por el 3 de 3, me sumerjo, me paro, observo, avanzo, me oculto... al fondo de una gruta, a contraluz, la silueta de un nuevo sargo, me acerco a la entrada y veo que hay varios, apunto tranquilamente y le invito a pasar con migo el resto de la jornada, a lo que accede sin rechistar ni un poquito.

Conseguido el 3 de 3 vamos a por el 4 de 4... aunque ya es demasiado... el siguiente acecho sólo consigo ver a lo lejos la cola de lo que parece ser un mújol.

Ahora es cuando viene lo bueno... 5 acecho. Me sumerjo como las otras veces y me deslizo sobre el fondo adaptando mi trayectoria al relieve y haciendo alguna parada de vez en cuando. Al pasar por encima de la entrada de un gran agujero distingo en apenas unas milésimas la cabeza de algo muy grande que me mira y acto seguido con un fuerte coletazo se mete bajo la piedra... me quedo petrificado, inmóvil durante un par de segundos digiriendo mentalmente que había pasado... al parecer había sorprendido a un gran mero que estaba apostado a la sombra de su piedra. Lo primero que pienso es que ese mero debe estar ya por el estrecho, tal era la velocidad con la que arrancó... sin embargo considero que todavía voy un poco sobrado de tiempo y puedo echar un vistazo a esa cueva. Es en ese momento cuando me acuerdo de que yo tenía una linterna... y efectivamente, la tengo, pero está en el coche esperando desde hace años poder compartir con migo un momento como este... ¿que se le va a hacer? no me queda otra que mirar muuuuy despacio el agujero e intentar adaptar la vista a esa negra oscuridad que debe invadir el interior de la tana.

Sin embargo, cual es mi sorpresa cuando veo que no todo es oscuridad, sino que al parecer la luz, ya de por si muy atenuada por la turbidez del agua, invade difusamente el interior de la piedra creando un ambiente especialmente acogedor (¿que gran paradoja no?). Mi vista, desafortunadamente tarda unos segundos en adaptarse a las nuevas condiciones, pero lo suficiente como para distinguir la silueta del gran animal, al fondo dandome su gran perfil. Lentamente introduzco mi inocente arbaleta armada con una débil varilla de 6'25 y unas gomas circulares cargadas solo en la primera muesca. Veo que en esas condiciones disparar es poco menos que tirar por la borda todos estos años de aprendizaje ya que el mero arrancaría con la varilla a medio clavar hacia lo más profundo de su guarida haciendo practicamente imposible su recuperación.

De repente, el cielo se abre ante mi... el tiempo se para, el silencio invade la escena y todo transcurre a cámara lenta. ¡¡El mero se está girando hacia mi!! y yo tengo mi brazo extendido dentro de la piedra con el fusil apuntando justo entre sus ojos, ¡¡a unos escasos dos metros de distancia!!. No me lo pienso dos veces y dejo en libertad a ese pequeño trozo de acero que de alguna forma estaba destinado a terminar sus días incrustado en la cabeza de este grandioso animal. Esos escasos dos metros de distancia que tiene que recorrer se convierten por unos instantes en kilómetros y kilómetros como si de un mal sueño se tratase y parece que nunca llegará, pero lo inevitable es inevitable... y la varilla impacta en la mejilla derecha del animal penetrando unos 35 cm en su carne.

El caos hace acto de presencia y los instantes siguientes son una lucha frenética. Lanzo mi fusil hacia atrás, hacia el exterior de la cueva mientras agarro del hilo. El mero por su parte, en su intento por darse la vuelta en el interior de su cueva no lo ha conseguido y ha dejado la varilla completamente doblada, pero está de frente a la salida y no me cuesta demasiado desalojarlo, cosa que consigo tras un par de tirones.

Finalmente el mero está fuera de la piedra y poco tiene ya que hacer, lo abrazo para evitar que en uno de sus bandazos me atice un varillazo mientras que una ligera flotabilidad positiva me eleva suavemente hacia la superficie.

Al irrumpir nuevamente en la superficie vuelvo a la realidad de un mar con marejadilla, cielo nublado, viento de poniente... Mientras termino con la vida y el sufrimiento de estre formidable rival pienso que ha pasado toda una vida desde que me sumergí hace escasamente un minuto y medio cuando iniciaba mi inocente acecho sin saber lo que el destino me tenía preparado. Y realmente, ha sido así.