Bienvenidos

Bienvenidos a mi blog personal.
Me llamo Fran y soy Pescador Submarino.

La idea de este Blog es tener mi propio rinconcito donde ordenar todo mi material para poder compartirlo con los amigos y compañeros de este mundo de la pescasub.

Hay contenidos en relación con el material de pesca y diversas adaptaciones que yo hago, pruebas etc (M). También hay relatos de jornadas de pesca (R) y por supuesto también me haré eco de las noticias (N) publicadas por la Asociación de Defensa de la Pesca Submarina (ADECASUB) , de la cual soy presidente en la actualidad.

Siéntete libre de comentar todo lo que te parezca oportuno.

Saludos y Bienvenido

30 octubre 2006

(R) Si… Es posible…

Viernes, 27 de Octubre de 2006.
De nuevo me encuentro en el trabajo contando las horas para salir de allí… he quedado con mi compañero Alvaro para echar una pesquita por la tarde. Desde por la mañana ya llevo puesto el , el D3 en la muñeca con la alarma puesta a las 2 y el equipo en el coche.
Aún tengo que solucionar unas cosillas de última hora que parece que me van a retrasar un poco, pero ajaaaaaaaa…. “no contaban con mi astucia… !!!” consigo liberarme a tiempo y cuando suena la alarma del D3 ya llevo 3 minutos en el coche… todo va de perlas. De copiloto un suculento bocadillo convenientemente troceado para poder ir picando sin problemas y un acuarius de naranja en el posavasos. Creo que no se puede pedir nada más.
Llegamos a la vez Alvaro y yo. El mar está bueno, bastante bueno… hay un poco de mar de fondo suficiente para que rompa contra las rocas y aporte un extra de vidilla. El viento suave de levante y una ligera corriente unido a una visibilidad de unos 8-10m terminan de definir unas excelentes condiciones para la pesca. Además, estámos en pleno “Dentex time” y la zona no puede ser más apropiada (entendereis que me la guarde).
La técnica a seguir está clara… esperas y más esperas, máxima concentración en todo momento y atentos por que aunque solo sea una vez en toda la tarde, es muy posible que tengamos una buena oportunidad.
Es muy difícil preveer el comportamiento de los dentones cuando se intentan pescar desde costa y a no mucha profundidad. Pensamos que conforme va pasando el tiempo y entra la noche, será más fácil dar con ellos, pero no sabemos por donde. Nuestra teoría es que los dentones se acercarán a cazar a la zona menos profunda al anochecer, posiblemente en banco más o menos numeroso, pero la zona es amplia y es difícil adivinar por donde entrarán. Lo suyo será desplazarse por toda la zona que podamos y a ver si hay suerte.
Madero en mano me dispongo a comenzar y voy nadando despacio haciendo cortas esperas en poco agua para ir calentando y examinando el movimiento de pescao. Conforme me voy alejando de la costa la corriente aumenta y me voy dejando llevar con ella poco a poco haciendo esperas con la corriente de espaldas pues pienso que los dentones, en caso de entrar, lo harán siempre remontandola.
Al poco tiempo, caigo en una zona llana de unos 7m, un pequeño escalón me servirá para hacer la espera. Caigo y me oriento de espaldas a la corriente… no hay nada, ni siquiera la típica julia que siempre se cruza a un palmo de las gafas… A pesar de estar el agua bastante clara, la falta de luz ocasionada por las nubes hace que se reduzca la visibilidad aunque se disfrutan ampliamente los 6-7m. Cuando me dispongo a finalizar la espera, en el límite de la visibilidad y, efectivamente, remontando la corriente, un lomo lila se gira y se vuelve a perder… corrijo de nuevo mi postura y me aprieto contra el pequeño escalón. A los pocos segundos aparecen ahora si claramente dos dentones. No son grandes, pero el lomo que he visto antes si que tenía buen tamaño, apuro un poco más y efectivamente aparece detrás otro dentón que pasa de largo el doble de sus congéneres. Vuelven a girarse y se pierden definitivamente en la penumbra.

Subo y avanzo un poco hacia donde estaban los dentones viendo que empieza allí una pequeña agrupación de piedras sueltas. Me relajo bien, ventilo suavemente y bajo hacia una de las piedras que me ofrecen mayor cobertura, dejo de aletear a medio descenso y me dejo caer suavemente tras la piedra. Avanzo por el fondo pegado a un lateral de la piedra para asomar unos metros más adelante disimuladamente. No hay rastro de los dentones… aunque esta vez si que no falta la julia que hace su fiel recorrido de izquierda a derecha pasando a escasos centímetros de mis gafas. Me concentro en los dentones pero no los veo, ya desesperado opto por levantarme un poco y ponerme encima de la piedra que me cubre para tener mayor campo visual. Nada, siguen sin aparecer… la prudencia y mi diafragma me recomiendan abortar y probar más adelante a ver. Durante el ascenso tampoco los veo.

Avanzo un poco más, un par de grandes rocas dejan entre si un canal de aproximadamente un metro y más allá una zona llana más baja. Pienso en colocarme entre las dos rocas asomandome tipo “balcon” hacia la zona llana, desde ahí tendré un control bastante amplio. Tras la experiencia anterior pienso que es mejor caer en una posición que me permita controlar la aparición de los dentones, y una vez avistados, corregir y parapetarme en su dirección. Este sitio parece ideal.

Inicio la caída, muy muy lenta hacia las piedras hasta desaparecer entre ellas para luego incorporame y asomar mirando hacia fuera con la ventaja de la posición elevada que además me deja con el sol de espaldas. Me asomo muy despacito y ahí están… en la llanura como yo me esperaba, pero no están por la labor de subir hasta mi. Los más pequeños se mueven nerviosos avanzando hacia mi y quebrando bruscamente para retroceder un poco mientras que el grande, algo más retrasado permanece tranquilo. Visto esto, mi estrategia la tengo clara, desapareceré de nuevo tras la piedra y me deslizaré por el canal para aparecer por un lado, lo cual me dará una cobertura excelente y seguro que pican. Dicho y echo, me hago hacia atrás y me dejo caer hasta el fondo del canal, cubierto por las piedras y me deslizo hacia mi derecha para finalmente apostarme en la base de la piedra teniendo todo el lado izquierdo cubierto y asomando solamente el fusil y parte de la cabeza… Justo al asomarme uno de los pequeños pega un quiebro a un metro escaso de mi cara y se aleja hacia la derecha, el otro pequeño y el grande permanecen a la izquierda y se dirigen hacia mi, decididos… el pequeño, más rápido y nervioso lo dejo pasar manteniendo el foco hacia el grande. Ya está a tiro, pero dudo si esperar a que se gire o si intentar darle de frente, la incertidumbre se apodera de mi y justo en ese momento se gira, da media vuelta y la varilla sale en su busca pasando a un dedo escaso de su brillante lomo. ¡¡He fallado el tiro!! Me quedo en el sitio cagándome en todo lo cagable mientras observo la huída del espárido que de haber tenido piernas habría metido la cola entre ellas, y de haber tenido brazos me habría hecho un bonito corte de mangas.

Asumo mi fallo con dignidad y continúo mis esperas con optimismo, aunque se que las oportunidades así no se presentan dos veces, no suelen al menos…

Todavía queda mucho tiempo por delante, apenas llevaré 20 minutos en el agua, por lo que aún queda esperanza de cruzarme con otro denton (este ya no creo… ya tiene escarmiento para una temporada). Continúo haciendo esperas y cogiendo profundidad poco a poco hasta llegar al máximo de la zona, pero no veo nada. Me dirijo hacia los “puntos calientes” que conozco pero nada.

El sol está ya con el pijama puesto tomandose un vasito de leche por lo que ya queda muy poco tiempo. En esto que una lechita de ración pasa por debajo de mi, pienso que para la cena estará bien ya que lo del dentón esta ya muy difícil. La dejo pasar pues hacerle una caída encima suyo es muy precipitado y cuando me sobrepasa hago una caída para quedarme esperando a media agua, la lecha se da la vuelta y viene rápidamente acelerando el paso conforme se acerca y abriendo su trayectoria, hasta que finalmente queda temblando en el hilo.

Todavía queda tiempo para una última espera, veo una piedra bastante grande y planifico un acecho hacia la cara expuesta a la corriente para ver si consigo un sargo despistado para la cena. Empiezo a caer sobre la piedra me deslizo hasta el fondo para remontar la corriente por un lado, al girar veo dos dentones pequeños que salen de la sombra de la piedra y se pierden en la ya escasa visibilidad. Me quedo esperando un poco pero no vuelven. Subo y me separo de la piedra buscando otra piedra más adelante para hacer la espera en la dirección de huida. Me ventilo y caigo sobre una piedra no muy grande redonda, no me da mucha cobertura, pero bueno… al alzar la mirada me quedo petrificado… tres, cuatro, cinco… seis! Dentones de muy buen tamaño me observan fuera de alcance, pero tranquilos… me fijo un poco más… siete ocho… diez! Giro la cabeza a la derecha.. quince!! Veinte!! Muchísimos!! Es un banco inmenso!! Son ejemplares de entre 2 y 6kg veo una piedra alta que no había visto antes y el banco está ahí cubriendo unos 120º de mi visual, pasando a un lado y otro de la piedra.

Uno grande aparece por mi izquierda pero lo veo cuando ya no está a tiro, ha pasado muy cerca de mí. Me aprieto contra la piedra mientras intento retroceder un poco para cubrirme más, el banco empieza a rotar como a 7m de mi, en el límite de la visibilidad algunos me encaran pero se giran antes de entrar a tiro, además, no termino de decidirme a cual seguir pues me encaran por varios frentes, y de varios tamaños lo cual hace que me cueste decidirme. Finalmente decido apuntar a un lado de la piedra grande que sale delante de mí y retroceder de forma que el primero que sobrepase la piedra seguramente se girará y vendrá, me da igual el tamaño, por que si sigo dudando no conseguiré decidirme. Finalmente asoma uno, de tamaño interesante, aparece de detrás de la piedra y al verme me encara y avanza como dos metros en mi dirección, estoy a punto de disparar… esta vez no quiero dudar si tirarle de frente o no, es bastante más grande que el otro por lo que le dispararé de frente para que se gire y le impacte en el lado. De repente se gira, no me lo esperaba pues venía muy decidido, corrigo rápidamente y disparo sin pensar… la acción ocurre tan rápido que no lo veo ni salir, solo una estela de burbujas y el carrete echando humo me confirman el impacto positivo. La estampida al unisono de tanto dentón junto también me desconcierta. El hilo de pierde tensión… ¿se habrá enrocado? Juraría haber visto la varilla colgando siguiendo la trayectoria del dentón, pero si el hilo se ha enganchado en alguna piedra es posible que haya rajado. Sigo el hilo y un poco más allá veo la varilla en el suelo y el hilo que se mete en una visera, rápidamente agarro el hilo y veo con desesperación que no hay dentón. Ha debido luchar contra el hilo al entrar en la visera y finalmente ha desgarrado.

El tiro ha sido malo, está claro, el dentón se giró aún estándo un poco lejos y la corrección del madero ha sido lenta por lo que el tiro puede que haya ido atrás. Esto unido a una ligera desviación en la varilla que no he podido subsanar todavía han sido la causa de un nuevo fallo imperdonable. La ocasión era inmejorable y nada más caer y ver el banco de dentones ahí ya sabía que me iba a cargar uno, pero no ha sido así.

Tras el fallo he realizado esperas por la zona hasta agotar la luz solo consiguiendo ver dos colas a lo lejos.

Las reflexiones ya en la playa, concluyen un cambio importante en el madero, no voy a intentar subsanar de nuevo la desviación de la varilla y le voy a montar la nueva que tengo de 7mm. Quizás pierda velocidad inicial pero ganaré en impacto, sólo será cuestión de empuñar bien para absorver el mayor retroceso que tendré.

En casa por la noche, finalizamos ya por fin el madero de Alvaro que estrenará al día siguiente y yo le cambio la varilla al mío.

Debido al fuerte levante que se mete por la noche, decidimos que el sábado lo echaremos en Cala Cortina, pues los bajos en esta época pueden dar sus frutos.

El sábado amanece muy nublado y con un feo levante. Nos montamos en el coche y nos vamos a Cala Cortina. Cuando llegamos ya hay dos pescasub cambiandose y otro en el agua ya. Al ver que todos se van para la izquierda, Alvaro y yo nos vamos a la derecha. El agua está bastante limpia, muy muy tranquila y el desagradable viento queda completamente cubierto entre las montañas. Nos cambiamos y nos vamos al agua. Alvaro estrena el madero, para la primera prueba optamos por doble goma Dunlap de 18 (3X) y varilla demka de 7x150. Nos vamos directos al bajo, y de camino, una lubina no destacable me hace las veces de diana móvil para probar la nueva varilla… de nuevo un error de corrección me hace errar el disparo, la lubina me ha hecho un extraño zigzag al final que no he sido capaz de corregir pasando la varilla a unos centimetros. Tres cosas he observado en este primer tiro, efectivamente he perdido velocidad de salida, el retroceso no es mucho más acusado que con la configuración anterior, y he ganado bastante alcance pues al llegar al final del recorrido la varilla me ha sacado tres o cuatro vueltas de carrete, cosa que antes no pasaba.

Llegando al bajo en varias esperas veo buenos sargos y buenos salmonetes, pero me resisto a tirarle a pesar de ser tiros fáciles por no desbaratar antes de tiempo la posible entrada de un dentón. Al llegar al bajo empezamos a hacer esperas desde lo más alto a hasta el fondo sin demasiados resultados, no parece haber mucha vida “depredadora” por allí. En una espera me entra un sargo muy bueno y ya no me puedo resistir de ver la verdadera potencia de mi arma con una pieza “interesante”… el sargo queda absolutamente fulminado.

No vemos nada más, ni más sargos grandes siquiera… decidimos volver y hacer el lado izquierdo a ver si nos da tiempo de llegar a los otros bajos. De camino, vuelvo a ver el banco de salmonetes, así que descargo una goma y antes de proseguir completo mi pasador con 3 buenos ejemplares (con tan solo dos tiros). Ya en el lado izquierdo mismo panorama… poca cosa… las caídas se suceden una tras otra a diferentes profundidades, caídas, semicaídas, acechos a poco agua, acechos profundos, esperas… nada, siempre igual…

Al llegar a los bajos una zodiac de buceadores está anclada por lo que se desvanece toda esperanza de encontrar algo interesante por allí. Aún así le damos una vuelta a los bajos.

Finalmente algún salmonete más va sumandose. Pruebo a hacer puntería tirandole a un pez aguja y ¡¡acertandole!! y tras 7 horas de agua llegamos a la playa dando así por finalizada la pesca.

Como conclusión a estas dos jornadas de pesca, se puede decir que muchas veces es cuestión de suerte el encontrarse con un buen pez y la pericia del pescador hará que el encuentro finalice bien para uno, o para otro. Pero hay ocasiones en las que has elegido el sitio en función de las condiciones, has elegido el equipo, has elegido la técnica, la has ejecutado bien y finalmente el pez a aparecido. En esta ocasión cometí el error de no tener el equipo ABSOLUTAMENTE perfecto y esa pequeña desviación de la varilla puede haber afectado en los dos disparos. Sin embargo, y a pesar del pasador vacío y la cara de estupido por haber fallado estrepitosamente las dos ocasiones, en el fondo salí del agua muy satisfecho por que siento que mi progresión como pescador es real, lenta y con parones… pero real.

Lamento no disponer de fotos o vídeos (un vídeo del banco de dentones habría sido brutal)

Y bueno, para los que quieren fotos, aquí van algunas...

Aquí la parejita, el clarito es el mío y el oscuro (lleva un barniz oscuro que ha quedado genial) el de Alvaro.


Y aquí alvaro sosteniendo sendas armas





Y ahora un par de fotos susmarinas











Saludos.

PD: A proposito.. el título... "Si, es posible... " ....FALLAR DOS DENTONES CLARISIMOS EL MISO DIA!!!!!!

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